Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Mostrar siempre es una buena manera de explicar, de hacerse ver, de enseñar cuál es nuestra filosofía de trabajo, cómo la aplicamos y dónde la desarrollamos. En este sentido, nuestra oficina será el escaparate de nuestra empresa: los valores, cómo se estructura el equipo, los rangos, cómo se trabaja, si se potencia la colaboración interdepartamental. Todo ello se refleja en varios tipos de oficina.
Contenidos: Tipos de oficinas ¿Cómo es la tuya?

Distintos tipos de oficinas
La oficina es un lugar donde pasamos mucho tiempo. Por ello, es importante contar con un entorno cómodo y agradable, en el que podamos producir con mayor eficacia.
La oficina, su estructura y su mobiliario pueden transmitirnos muchas cosas. No es mejor ni peor optar por un determinado modelo para nuestro espacio de trabajo: cada empresa tiene unos valores, una forma de trabajar y un modo de evolucionar.
¿Sabrías identificar cómo es tu oficina?
Hay muchos tipos de oficinas diferentes. Te presentaremos algunos modelos que tal vez quieras probar en tu empresa.


1. Oficina tradicional o clásica
La oficina tradicional o clásica es uno de los modelos más extendidos entre los tipos de oficinas que existen actualmente entre nuestras empresas, tanto públicas como privadas. Este tipo de oficina privada es conocida también como oficina cerrada u oficina ejecutiva.
Este tipo de oficinas suelen reforzar valores como la experiencia otorgando credibilidad a la empresa.
En la oficina tradicional los espacios están compartimentados en pequeños cubículos separados por pasillos, donde se ubican los diferentes departamentos de la empresa. Se prioriza el uso de los espacios o despachos independientes y no disponen apenas zonas comunes o colaborativas más allá de salas de reuniones.
Los grandes espacios compartidos, suelen estar a su vez divididos por paneles o separadores, aumentando la privacidad, pero limitando a su vez la comunicación entre compañeros.
Un ejemplo claro de este tipo de ambientes tradicionales serían las oficinas del escenario de la serie de Mad Men.


2. Oficina moderna o abierta
La oficina moderna de tipo abierto son aquellas en las que además de ubicarse en grandes espacios prevalecen sus estructuras diáfanas, dedicados a compartir zonas y espacios, fomentando un modelo de trabajo colaborativo.
La oficina abierta es el modelo ideal si la actividad de la empresa necesita de la interactuación entre los trabajadores ya que favorece la movilidad en el interior de la oficina, la comunicación entre empleados y, contrariamente a lo que pueda pensarse, mejora la concentración y productividad de los empleados.


3. Oficina flexible
Este tipo de oficina flexible se basan en el concepto de dotar de libertad total a la hora de elegir el lugar en el que trabajar.
Los espacios son abiertos, flexibles, con zonas comunes que permiten movilidad al trabajador dentro de la propia oficina.
Es frecuente el uso de mamparas de oficina que permitan crear espacios privados cuando así se necesite.
Este tipo de oficina aumenta la creatividad y fomenta el ahorro energético, entre otras bondades. Requiere de una buena inversión inicial pero compensa y muchas grandes empresas españolas ya se han subido al carro de la flexibilidad.


4. Oficina saludable o “healthy”
La oficina Healthy es una de las tendencias de moda en lo que a oficinas se refiere. Ya os hablamos de ella en nuestro post “Hacer que nuestra oficina sea más saludable“.
Cuidar la iluminación, el confort, la temperatura, que no falte el agua y que el mobiliario nos ayude a mejorar nuestro bienestar son algunos de los parámetros de este tipo de espacios, que pueden certificarse a través del organismo internacional independiente WELL BUILDING INSTITUTE, que valora determinados parámetros para determinar si los lugares de trabajo son espacios saludables.


5. Oficina “verde” o natural
Os hablamos hace poco de la biofilia aplicada a los espacios de trabajo.
Elementos naturales, plantas e iluminación natural son las características más destacadas de este modelo de oficinas, donde “el verde” ayuda a los trabajadores a aumentar su bienestar gracias a esos pequeños cambios que nos ayudan a identificarnos con el entorno.


6. Oficina colaborativa o coworking
En los últimos años han aumentado de manera importante los espacios de coworking y oficina compartida.
Compartimos oficina, pero también compartimos conocimiento con otras empresas, lo que fomenta nuestra creatividad.
Este tipo de oficinas coworking es una buena opción para autónomos y pequeñas empresas que están en pleno emprendimiento y no necesitan de grandes instalaciones para poder desarrollar su trabajo.
En la variedad está el éxito
Seguramente, podríamos seguir hablando de tipos de oficinas. ¡Son tantas! En cualquier caso, lo habitual es que un modelo no sea estricto, sino que combine características de varios de ellos. Y ésta es siempre una buena opción, pues nos permite crear espacios adaptados a nuestras necesidades y evolucionar sosteniblemente sin cambios bruscos o radicales.
Las nuevas tendencias en mobiliario de oficina y los novedosos sistemas de compartimentación nos permiten, por ejemplo, aplicar cambios en la estructura del espacio sin hacer grandes reformas.
Sea como sea, lo más importante es evolucionar y trata de mejorar y adaptar nuestro entorno de trabajo.
¿Apostamos por ello?